Es una de las clásicas enfermedades de la niñez y una de las más contagiosas. El afectado desarrolla unas ampollas pruriginosas y llenas de líquido que se revientan y forman costras. La varicela es causada por un virus, llamado varicela zoster, un miembro de la familia del herpesvirus, que causa también el herpes zoster. La varicela es extremadamente contagiosa y puede diseminarse por contacto directo, transmisión por gotitas y por transmisión aérea. Cuando alguien resulta contagiado con varicela, ésta aparece entre 10 y 21 días más tarde. La persona se vuelve contagiosa 1 ó 2 días más tarde del brote y continúan siendo contagiosas mientras las ampollas están sin costra. Cuando alguien contrae varicela, el virus queda en el cuerpo por toda la vida, mantenido bajo control por el sistema inmunitario. Alrededor de 1 de cada 10 adultos presenta el herpes zoster. Las complicaciones son más comunes en aquellos inmunocomprometidos debido a una enfermedad o por ciertas medicinas, como la quimioterapia. Algunos de los peores casos de varicela se han visto en niños que han tomado esteroides durante el período de incubación, antes de que tengan algún tipo de síntomas.
Sintomas
La mayoría de los niños con varicela presentan síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolor de estómago o pérdida de apetito. Estos síntomas duran entre 2 a 4 días después del brote.
Un niño promedio presenta entre 250 a 500 ampollas pequeñas. Éstas aparecen generalmente primero en la cara, el tronco o el cuero cabelludo y luego se diseminan al resto del cuerpo. Luego de 2 días las ampollas se transforman en costras. La varicela aparece a veces en la boca, vagina y párpados. Los niños que corren más riesgos son aquellos que sufren de otros problemas a la piel como eccema, ellos pueden llegar a tener hasta 1.500 ampollas.
Algunos niños vacunados podrán presentar casos leves de varicela, usualmente poseen menos ampollas y se recuperan mucho más rápido.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, es suficiente mantener a los niños cómodos mientras sus propios cuerpos combaten la enfermedad. Los baños de avena en agua tibia proveen una capa reconfortante sobre la piel. Un antihistamínico oral puede ayudar a aliviar la picazón, así como lo hacen las lociones tópicas. Se deben recortar las uñas para reducir las infecciones secundarias y la cicatrización.
Se han desarrollado medicamentos antivirales que son seguros. Para ser efectivos, se deben iniciar, usualmente, dentro de las primeras 24 horas de la erupción. Para la mayoría de los niños, que a excepción de esto, estén saludables es posible que los beneficios de estos medicamentos no sean mayores al costo. A los adultos y a los adolescentes, en riesgo de síntomas más graves, les puede servir si el caso se aborda al inicio de su curso.
Para aquellos con enfermedades cutáneas, afecciones pulmonares o aquellos que recientemente han tomado esteroides, los antivirales pueden ser de gran importancia. Esto mismo también es válido para niños y adolescentes deben tomar aspirin constantemente.
Una persona que posiblemente tenga varicela, no debe tomar aspirin, ya que su uso ha sido asociado con el Síndrome de Reye. El ibuprofeno está asociado con infecciones secundarias más severas. Podemos ingerir paracetamol.
Sintomas
La mayoría de los niños con varicela presentan síntomas como fiebre, dolor de cabeza, dolor de estómago o pérdida de apetito. Estos síntomas duran entre 2 a 4 días después del brote.
Un niño promedio presenta entre 250 a 500 ampollas pequeñas. Éstas aparecen generalmente primero en la cara, el tronco o el cuero cabelludo y luego se diseminan al resto del cuerpo. Luego de 2 días las ampollas se transforman en costras. La varicela aparece a veces en la boca, vagina y párpados. Los niños que corren más riesgos son aquellos que sufren de otros problemas a la piel como eccema, ellos pueden llegar a tener hasta 1.500 ampollas.
Algunos niños vacunados podrán presentar casos leves de varicela, usualmente poseen menos ampollas y se recuperan mucho más rápido.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, es suficiente mantener a los niños cómodos mientras sus propios cuerpos combaten la enfermedad. Los baños de avena en agua tibia proveen una capa reconfortante sobre la piel. Un antihistamínico oral puede ayudar a aliviar la picazón, así como lo hacen las lociones tópicas. Se deben recortar las uñas para reducir las infecciones secundarias y la cicatrización.
Se han desarrollado medicamentos antivirales que son seguros. Para ser efectivos, se deben iniciar, usualmente, dentro de las primeras 24 horas de la erupción. Para la mayoría de los niños, que a excepción de esto, estén saludables es posible que los beneficios de estos medicamentos no sean mayores al costo. A los adultos y a los adolescentes, en riesgo de síntomas más graves, les puede servir si el caso se aborda al inicio de su curso.
Para aquellos con enfermedades cutáneas, afecciones pulmonares o aquellos que recientemente han tomado esteroides, los antivirales pueden ser de gran importancia. Esto mismo también es válido para niños y adolescentes deben tomar aspirin constantemente.
Una persona que posiblemente tenga varicela, no debe tomar aspirin, ya que su uso ha sido asociado con el Síndrome de Reye. El ibuprofeno está asociado con infecciones secundarias más severas. Podemos ingerir paracetamol.
Video sobre la Varicela
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